LA VERDADERA HISTORIA DEL CARACOL
No pude parar de reirme cuando en la conocida revista "La noche en vivo" leí: "Gema Cuéllar: la autora del caracol rockanrollero". Anunciaba un concierto que iba a dar próximamente en el Búho Real de Madrid... y me pregunto como llegaría a los oídos de la persona que lo escribió, la canción del caracol. Lo cierto es que hace 6 años me senté en la mesa de mi habitación, por aquel entonces en Málaga, y recordé lo que me había pasado por la mañana. Mientras mi madre cocinaba, yo , que soy su fan número 1, me sentaba a hablar con ella... a veces también le preguntaba por alguna receta (aunque esto entre tu y yo, en cuanto salía de la cocina se me olvidaba). Y aquel día, mientras hablábamos, una mancha en la pared me llamó la atención. Me acerqué y vi que era un caracol:
- Mamá... un caracol!
- ah si... seguro que venía en la lechuga
Yo no podía salir de mi asombro y mi madre, experimentada en la vida, ni si quiera dió la vuelta para mirar!... la verdad es que me quedé un rato mirando y en silencio, hasta que ella reaccionó. Lo cogió y lo puso en una planta colgada de la ventana, que daba a la calle. Después de comer volví a ver si estaba por allí... pero ni rastro. No estaba ni en la planta, ni en la pared, ni se había caido... simplemente se había ido. Y parecen lentos los animalitos!
Cuando terminé la canción, me juré no cantarla nunca en público. Pero como soy así, y me gusta más el cachondeo que al tonto un lápiz... rompí mi juramento y no tuve otra cosa que hacer que cantarla en una reunión de amigos. Ese fue el comienzo. Desde entonces, siempre me pedían la canción del caracol en los conciertos... y como son mis amigos pasaban completamente de mi cara de "...mmmm, me estás jodiendooooooo"... así que se convirtió en el caracol rockanrollero. Esa canción que a los niños les encanta cantar y que a mi me encanta que la canten... y en esa canción que algunos adultos, como en la foto, se atreven a bailar!.
La letra más simple.. y la melodía más básica hace que pasemos un rato muy agradable... todos somos niños.
Que nunca te quiten el buen humor, la risa, la ilusión... por eso estamos vivos.
Gracias por leerme.
Gema Cuéllar.
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