MI BAILE CON MARCOS ALONSO
Hoy vuelvo a compartir con vosotros un nuevo post en la sección de Gema Cuéllar y amigos.
La Gramola era un bareto en Capuchinos, Málaga. Allí conocí a Marcos, Marcos Alonso. Todavía se podía fumar en los bares y alguien me convenció para presentarme a una especie de concurso en el que el premio estrella era una nevera/radio para la playa. Recuerdo que nos frustró conocer que, realmente, era una nevera normal con una radio encima. El caso es que no gané aquel pintoresco concurso pero me acabó regalando una joya.
Empezó, en la Gramola, un baile de esos en los que ríes sin parar, de los que cuando acaba la música te quedas esperando el siguiente temazo, con la mirada perdida y la sonrisa en la boca. El temazo de esta historia siempre ha sido su amistad. Y que, aunque él no lo crea, yo le admiro. Él es un artista innato. No puede hacer otra cosa con la vida que comérsela a bocados. Está claro que a un artista no lo define el número de seguidores de su twitter. Para mi, a un artista lo define su huella en el mundo y la humildad, y él tiene el corazón abierto y una huella preciosa.
Aunque éste no va a ser nuestro "último baile", es otro momento tesoro de mi vida.
Espero que os guste.
Gema.
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